El municipio clausuró fiesta clandestina
La Municipalidad clausuró el sábado por la madrugada una fiesta clandestina donde además se suministraba bebidas alcohólicas a menores. El procedimiento se efectuó en medio de un gran operativo en colaboración con la Policía, y además participó personal de Tránsito para la realización de controles de alcoholemia a fin de evitar incidentes viales.
La fiesta ilegal se desarrolló en una casa particular ubicada en calle Chocón 950, “no tenía permiso, no estaba habilitada para eventos, y una de las cuestiones más preocupantes fue que no cumplía con ninguna norma de seguridad habiendo por lo menos 150 personas dentro del inmueble”, contó Gustavo Orlando, subsecretario de Comercio.
Por esta razón, personal a su cargo labró un acta de infracción documentando el ilícito y que los organizadores contaban con un listado de asistentes, “había menores alcoholizados y en coma alcohólico”. Consta además que “se procedió al secuestro de alcohol a menores de edad” que se encontraban ingiriendo en la vía pública fernet, cerveza, vodka y vino en botellas de un litro.
Orlando contó que todo comenzó cuando los vecinos alertaron a un móvil policial por “el ruido y el volumen de la música”. “Los efectivos montaron un fuerte operativo e indagaron entre los asistentes: la primera versión fue que se trataba de una fiesta de cumpleaños y luego confesaron que habían pagado una entrada de $200 con canilla libre”, informó.
“Con la demostración de que se había organizado una fiesta clandestina, nos convocaron y nuestros inspectores procedieron a la clausura mientras que personal de Tránsito, que también fue convocado, realizaba controles de alcotest a los conductores”, dijo para señalar que el procedimiento tuvo efecto disuasivo porque “muchos optaron por dejar sus vehículos y retirarse caminando”.
El subsecretario municipal indicó que no hubo que hacer uso de la fuerza pública para desalojar el sitio, y que por el contrario, ante la dimensión que tomó el operativo, “los mismos jóvenes se fueron por sus propios medios de la fiesta clandestina”.
“Los vecinos estaban enardecidos por el ruido”, describió, y subrayó que “había una gran cantidad de personas en un espacio que no cumplía ninguna norma de seguridad, ni salidas de emergencia tenía”.
Recordó que en la ciudad de Neuquén rige un protocolo para la realización de fiestas privadas con fines de lucro “y éste no cumplía ninguno, estaba a todas luces fuera de la ley”. En este marco recomendó no concurrir a fiestas clandestinas, y a los progenitores sugirió poner especial atención, “entendemos que si es un menor, la responsabilidad de lo que estaban haciendo es de los padres”.