Descubren en Neuquén el esqueleto de un cocodrilo de 70 millones de años
El próximo jueves el paleontólogo Rodolfo Coria brindará una conferencia de prensa para presentar una nueva especie paleontológica denominada Barrosasuchus Neuquenianus, un cocodrilo de más de 70 millones de años de antigüedad que habitaba en lo que hoy es el territorio de la provincia.
La actividad será a las 10.30 en el Centro Cultural Alberdi, ubicado en la intersección de Alberdi y Avenida Argentina.
Todo comenzó hace 18 años, en febrero de 2001, con una expedición conjunta del Museo Carmen Funes, de Plaza Huincul, y el Museo de Paleontología Royal Tyrrell, de Alberta, Canadá. En aquel momento los paleontólogos realizaron un trabajo de campo en Sierra Barrosa, a 30 kilómetrros al noroeste de Plaza Huincul.
La expedición recolectó numerosos fósiles de vertebrados, incluidos huesos de dinosaurios carnívoros y herbívoros, mamíferos, y huellas de aves y otros dinosaurios pequeños en rocas del Cretácico Superior (70 millones de años de antigüedad). Entre los descubrimientos se destaca un ejemplar casi completo de un cocodrilo de la familia Peirosauridae.
Luego del trabajo de preparación en el laboratorio del Museo Carmen Funes por parte de Marina Alegría y un estudio de varios años, se pudo identificar una nueva especie de cocodrilo, la cual fue denominada Barrosasuchus Neuquenianus. El esqueleto del ejemplar, que en vida habría tenido dos metros de longitud, está excepcionalmente completo, solo faltándole la cola.
La etimología del género deviene de “barrosa”, en alusión a Sierra Barrosa, donde se encontró el espécimen, y “souchos” palabra de origen griego, en referencia a la divinidad egipcia con cabeza de cocodrilo y que es de uso normal en nombres científicos para especies de cocodrilos. El nombre de la especie “neuquenianus” hace clara referencia a la provincia.
Este hallazgo fue recientemente publicado en la revista internacional Cretaceous Research. El Barrosasuchus, por ahora, es el cocodrilo peirosáurido más completo de la Argentina y representa un elemento clave para el estudio de las relaciones de parentesco dentro del grupo.
Los investigadores que participaron en el estudio son Rodolfo Coria, integrante de la subsecretaría de Cultura de Neuquén, el Conicet, La Universidad Nacional de Río Negro y el Museo Carmen Funes; Francisco Ortega, del Grupo de Biología Evolutiva de la facultad de Ciencias de la UNED, España; Andrea Arcucci, de la Universidad Nacional de San Luis y del Área de Zoología de Imibio-Conicet de San Luis; y Philip Currie, de la Universidad de Alberta, Edmonton, Canadá.