La Legislatura avanzó en acuerdos para la aplicación plena y uniforme de una norma que, en la capital, arrojó resultados positivos.
La adhesión plena de la provincia a la recientemente aprobada Ley Nacional de Alcohol Cero dio este martes un paso importante en la Legislatura donde uno de los dictámenes necesarios consiguió un amplio consenso con vistas a su sanción definitiva.
Por lo pronto, este martes pasó el filtro de la comisión de Asuntos Constitucionales y Justicia; y si avanza en la de Presupuesto, la norma estará a un tris de aplicarse de lleno. ¿Qué cambia en Neuquén? Por lo pronto unificar criterios y terminar con las tolerancias, aunque mínimas, que subsistían en algunos municipios y también ir en sintonía con los estándares federales que fijó la norma.
La jurisdicción capitalina, con su tolerancia cero, pareció marcar un rumbo auspicioso en la prevención de accidentes, tal como lo demostraron los testimonios de referentes de las ONG’s Estrellas Amarillas y Bien Argentino convocados por la Legislatura para debatir el proyecto.
Sandra Torres, de Bien Argentino, informó que, a partir de la implementación del alcohol cero en la capital neuquina, se redujeron los índices de siniestralidad en particular en la franja etaria de 15 a 29 años.
El aspecto novedoso que se busca introducir en Neuquén es la creación de ámbitos de concientización en materia de educación vial y la distribución de recursos a los municipios que lo requieran para poder controlar el cumplimiento de la norma. Se supone, en ese sentido, que la Agencia Nacional de Seguridad Vial también tendría que sumar su aporte.
Es de esperar que, una vez sancionada la ley, el Ejecutivo (el actual o el que vendrá el 10 de diciembre) no dilate su reglamentación para no torcer el trabajoso camino recorrido hasta el presente.
