Milei responde con cifras económicas tras la crítica del papa Francisco
En medio de su viaje hacia Estados Unidos para participar de su primera disertación ante las Naciones Unidas, el presidente Javier Milei volvió a agitar la polémica con un contundente mensaje económico que lanzó a través de X.
A bordo del avión presidencial, Milei tituló su posteo “Relación EMBI vs. PIB”, en referencia a la comparación entre el Emerging Markets Bond Index (EMBI) y el Producto Bruto Interno (PBI). Con datos que le solicitó al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, el mandatario se refirió a los impactos del déficit fiscal y su relación con la pobreza en Argentina.
“Dado el impacto del accionar de los degenerados fiscales sobre el riesgo país, pedí a Federico Sturzenegger que midiera la relación entre el EMBI y el PIB”, inició Milei en su publicación. A partir de esos cálculos, explicó que si el riesgo país volviera a los niveles de la administración kirchnerista, la Argentina perdería un tercio de su PBI, pasando de USD 600 mil millones a USD 400 mil millones. Según el presidente, esta diferencia de USD 200 mil millones representa el “costo” de las políticas fiscales irresponsables, a las que denominó como “el chiste de los degenerados fiscales”.
La argumentación de Milei también incluyó una advertencia sobre el impacto en la economía doméstica: “Cuando los degenerados fiscales avanzan, el PIB en dólares cae un tercio por menor actividad y dos tercios por salto en el tipo de cambio real”, remarcó. En este contexto, añadió que las consecuencias directas recaen sobre los salarios en dólares, que se ven destruidos, mientras que el número de pobres e indigentes aumenta. El mandatario concluyó su reflexión asegurando que “la mejor política social es el equilibrio fiscal con presión fiscal descendente y una política monetaria que termine con la inflación”.
Este posteo se dio a pocas horas de que el papa Francisco lanzara duras críticas al gobierno de Milei desde el Vaticano. En un simposio realizado para conmemorar los diez años del primer encuentro de Movimientos Populares, el Papa expresó su descontento por la represión contra jubilados y manifestantes en Argentina, tras los incidentes en el Congreso días atrás. “En vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta”, señaló Francisco, en una declaración que rápidamente ganó repercusión en los medios.
El Papa además narró una anécdota sobre un emprendedor que le confesó haber sido víctima de un pedido de soborno por parte de un secretario de un ministro argentino, aunque evitó precisar si fue en la actual gestión o en gobiernos anteriores. Las declaraciones del pontífice, particularmente sobre la represión, generaron malestar en la Casa Rosada. Sin embargo, el presidente Milei pidió a su equipo que no respondiera a las críticas del Papa y que mantuvieran la calma frente a sus palabras.
Manuel Adorni se encargó de reducir la tensión en una conferencia de prensa posterior. “Es la opinión del papa Francisco, que nosotros escuchamos y reflexionamos. No tenemos por qué compartirla, pero el respeto es total”, afirmó el vocero, intentando evitar una escalada pública de la controversia.
Esta situación llega al final de una semana en la que el Vaticano se convirtió en el epicentro de encuentros con varios referentes argentinos. Francisco se reunió primero con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, quien le expuso las medidas sociales que el gobierno de Milei ha implementado, incluyendo la transformación del programa “Potenciar Trabajo”. Un día antes, el Papa había recibido también a dirigentes de la CGT, lo que le dio a la semana una fuerte impronta argentina en su agenda.
Mientras el gobierno de Javier Milei avanza con sus políticas fiscales y monetarias, la distancia entre el presidente y el Papa Francisco se vuelve más notoria. Las tensiones entre ambos referentes siguen reflejando las profundas divisiones políticas y sociales que atraviesan el país.