Quesos Migue, la empresa que ofrece en Neuquén sus productos con reconocimientos internacionales: “Crecemos con calidad, no con cantidad”
Hablamos con Miguel A. Nucete, presidente de Quesos Migue. La marca que se especializa en la producción y venta de quesos para rallar nació en plena crisis de 2001 y después de un comienzo dificultoso supo crecer para llegar a venderse en diferentes puntos del país, entre ellos localidades neuquinas; y ser premiado a nivel internacional por la calidad de sus productos. Conocé en detalle su historia.
“La idea llega en un momento, no importa cuando. Emprendedor se nace, no se hace”, explica en su primera respuesta Miguel A. Nucete, un hombre vinculado con la producción de alimentos desde muy joven. Junto a su padre, hermano, tío y primos, llevaba adelante la reconocida marca Nucete. En la búsqueda de un desafío personal, decidió iniciar su propio camino.
“La fuerza de hacer no hay nada que te lo pare. Yo estaba muy cómodo, no tenía experiencia en armar un negocio propio, toda la vida fue una experiencia familiar donde uno era una parte de una estructura muy grande. Siempre había trabajado bajo la protección familiar, el día que salté la cerca me encontré en una selva y tuve que lidiar contra todo lo que se me venía”, reflexiona el dueño de Quesos Migue.
Remontándose a los comienzos, Nucete recuerda que en los primeros meses de vida de su emprendimiento perdió los 100 mil dólares que tenía para invertir. “Yo todo lo que tenía lo invertí en quesos y todos esos quesos se me pudrieron. Perdí el 100% que después pude con la imaginación y la creatividad reciclar el desperdicio de esa inversión y a ese reciclado le di un valor que gracias a un viento de cola que estaba atravesando el sector lácteo en ese momento, pude salir adelante sino me hubiese fundido”.
Sentado sobre su escritorio y compenetrado con ese recuerdo de los primeros momentos, el empresario reconoce que son riesgos que se toman. Inmediatamente sale a la luz en la conversación otra virtud que debe tener el emprendedor: el ingenio, capacidad que se mostró a si mismo para recuperar su capital.
“Me habían quedado 35 mil dólares en queso rallado, en ese momento había un faltante muy importante por problemas climáticos, por problemas de mercado de exportaciones. Entonces tuve la suerte de vender esos quesos a un valor muy superior a la media y pude recuperar la plata”, detalla.
A partir de esa primera experiencia vino el aprendizaje y el crecimiento para el emprendimiento con la construcción de su lugar para hacer la elaboración. La fábrica ubicada en Vedia (Buenos Aires) resultó fundamental para que paulatinamente comience a producir, mejore la calidad, llegue la distribución masiva y los reconocimientos.
Para poder generar esta empresa sustentable Nucete cuenta que debió aprender un poco de todo y ese poco de todo lo fue adquiriendo en la práctica, en el día a día, en la fábrica a la cual bautizó como “La facultad”.
“No sabía nada de quesos, lo único que sabía es que la vaca daba la leche. Como yo no tuve estudios terciarios y como no sabía nada, el desarrollo de este emprendimiento me dio muchos conocimientos”, resume y agrega: “Aprendí de economía, de contabilidad, de leyes laborales, de abogacía, lo básico de ingeniería en alimentos, de recursos humanos, de comercialización, de marketing. Seguí la carrera del emprendedor”.
Quesos Migue, sinónimo de calidad
Quesos Migue se especializa en la fabricación de quesos duros: regianito, sbrienz, granna padanno; y semiduros como pategras, gouda con orégano, con pimienta, ahumado, entre otros. La fábrica, cuenta con la certificación de producto apto de la Asociación Celíaca Argentina y como característica principal tiene a la calidad de sus productos: obtuvo 17 medallas internacionales y 54 nacionales en esta materia.
“Somos una fabrica chica porque por más que quisiéramos ser grandes no podríamos, porque como cuidamos queso por queso desde que ordeñamos las vacas. Está todo supervisado por mí. El día que no pueda supervisar los controles de calidad, ese día va a ser un proceso, no una elaboración delicada. En mi caso estoy en la fábrica, en el tambo y cuidando los quesos”, destaca como virtud Nucete a la hora de dar referencias sobre sus productos.
“Tenemos algunas especialidades, pero son para acompañar el gran volumen del queso de rallar si vos querés una marca especialista en queso de rallar, es la mía. Cuando preguntan por un buen queso de rallar, es el mío”, analiza el fundador de Quesos Migue. Aquí se destaca el hecho de que mientras la gran mayoría de empresas queseras del país elaboran todos los tipos de quesos, en Migue se centran solo solo los de rallar.
En la actualidad Quesos Migue procesa 500 mil litros de leche por mes, lo que serían alrededor de 20 mil hormas. Este cuidado por sus productos le ha dado grandes satisfacciones y le permiten “crecer” desde la calidad. “Si lo vas a mirar en litro o cantidad, no estamos creciendo, pero si digo que estamos creciendo con dos medallas más. Crecemos diferente a otras empresas, crecemos con calidad, no con cantidad”, resalta.
La proyección a futuro
Los Quesos Migue llegan a todo el país pero para el futuro ya se piensa en poder comercializarlos a nivel internacional. En el futuro proyectan poder abrir una sucursal en Brasil donde le aportarán valor agregado a sus productos.
“Es muy difícil pensar en el futuro porque no queremos salir del nicho de la empresa Pyme, pensar para adelante es crecimiento y no estamos muy convencidos en crecer porque es muy delicado el crecimiento en esta fábrica que está asociado directamente a la calidad del queso”, se sincera Nucete en vistas a los próximos años.
A sus 51 años y con la producción de un queso que asegura tiene “nombre y apellido” y que el propio dueño asegura su calidad, este vecino que vivió toda su vida en la localidad bonaerense de Castelar, se plantea poder seguir creciendo a su manera, con la satisfacción de hacer un buen producto. El prestigioso de sus quesos a nivel mundial son mayor mérito, los defiende, los sostiene y son de los cuáles se enorgullece.