El ciclo sin fin de las cerámicas: subsidios, protestas y deuda creciente

El modelo autogestionado en Neuquén repite una secuencia que ya no sorprende: paros, pedidos de auxilio, transferencias millonarias y ninguna mejora productiva. Las plantas siguen paradas y el Estado paga la cuenta.

Sociedad27 de mayo de 2025Redacción Diario NeuquenRedacción Diario Neuquen
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Este lunes, tres emblemáticas cerámicas autogestionadas de Neuquén —Fasinpat (ex Zanon), Confluencia y Cersinpat— amanecieron sin suministro de gas. La empresa Camuzzi Gas del Sur cortó el servicio debido a un desbalance operativo acumulado de más de 12,6 millones de metros cúbicos, según informó oficialmente la distribuidora. El horno de Fasinpat se encontraba en funcionamiento, por lo que la interrupción afectó de manera crítica su producción.

Desde el Sindicato Ceramista de Neuquén, históricamente ligado al Frente de Izquierda, salieron a denunciar públicamente que no había deuda. Sin embargo, la documentación oficial contradice esa versión. Una nota del 24 de abril firmada por la propia cooperativa reconoce la necesidad de presentar un cronograma de inyección de gas para normalizar la deuda.

El mito de la autogestión y los números de la decadencia
 

Desde la expropiación de Zanon en 2001, el discurso de la resistencia obrera y la autogestión se convirtió en bandera de sectores sociales y políticos. A lo largo de los años, las fábricas autogestionadas recibieron cientos de millones de pesos en subsidios, compras estatales y aportes directos. Solo entre 2021 y 2024 se destinaron más de 470 millones de pesos actualizados, incluyendo fondos del Ministerio de Trabajo, del IPVU y de la Provincia.

Pero la realidad dista del relato épico. Las plantas no modernizaron su infraestructura, las máquinas están obsoletas y la productividad es bajísima. La única constante parece ser el reclamo por nuevos auxilios económicos, los paros, cortes de ruta y protestas que paralizan la ciudad.

De la fábrica a la política
 

Lejos de consolidar un modelo industrial sustentable, las cerámicas se transformaron en plataformas políticas. Raúl Godoy y Andrés Blanco, dos de los principales referentes del movimiento ceramista, llegaron a la Legislatura provincial desde las filas del PTS-Frente de Izquierda. Desde allí, impulsan discursos contra el Estado… mientras dependen de él.


Esta contradicción resulta insostenible. Las cooperativas deben servicios esenciales como luz y gas, no presentan balances claros y continúan operando sin un rumbo productivo.

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